TRIBUTO A RICHARD BURMER, UN COMPOSITOR QUE NOS DEJÓ PREMATURAMENTE

Emoción y tristeza me sugieren la figura de Richard Burmer, un creador de maravillosas melodías que nos dejó prematuramente con cincuenta años y que, emociona cuando escuchas su música porque llega a lo más profundo de uno, y que te provoca tristeza porque con ese vuelo hacia el más allá nos privó de su magia y genialidad, pues hubiera seguido cultivando su colección de joyas para el oído.

Richard Burmer es un artista de la New Age que fue capaz de convertir los sintetizadores, las computadoras y las mesas de mezclas en espacios para elaborar sentimientos. Si la música es capaz de transportar la sensibilidad de nuestra alma, este compositor llevó este aserto a su máxima expresión.

Su música puede acompañar en el silencio, en la lectura, en un viaje sideral, en un paseo momentáneo por debajo del agua..., sus composiciones son pura oda, su arte expele un mundo paradisíaco, huele e inunda todo de paz. Si Burmer murió pensando en su música, lo desconozco, a buen seguro que se fue bañado en felicidad y armonía.

Estamos ante un reputado compositor y muy reconocido en el panorama musical de la New Age, su música es puramente New Age con algo de minimalismo y cosmic music, y pese a su óbito, dedicó más de la mitad de su vida a obsequiarnos con inolvidables trabajos. Nacido en Estados Unidos, patria de la New Age, en el estado de Michigan, en su juventud comenzó ya a nutrirse de músicas exóticas, de la India y el Medio Oriente, también destacan otras influencias de grupos de los 60 y 70, como por ejemplo los Moody Blues. Y con esa paleta musical fue pintando en el lienzo de sintetizadores y de toda la tecnología que con los años 80 de pasado siglo nacía para tantos exploradores de la música, por supuesto, con el imprescindible respaldo de una formación universitaria sólida, pues estudió Teoría musical y Composición; hay que ser especialmente rigurosos en este detalle, pues la gente puede pensar que con un ordenador y un programa cualquiera puede hacer música y no es verdad.

Desarrolló labores técnicas en compañías discográficas simultaneándolo con su carrera musical. En este ínterin trabajó con un grupo muy cualificado de artistas de la música New Age entre los que yo resaltaría a Kevin Braheny, Steve Roach o Tim Wheater.

También es posible escuchar su música en sintonías de radio y en programas de televisión de todo el mundo.

No he podido averiguar de qué murió pero de lo que he podido hallar, no fue una muerte trágica, por lo que entiendo que fue por causas naturales. Cuando murió en 2006 los aficionados a su música quedaron conmocionados, pues muchos recordaban en palabras de afecto dirigidas a su familia y páginas web que hablan de él, que su música había acompañado los pasajes más importantes de sus vidas, incluso algunos recordaban que alguna de sus temas más especiales habían servido de marchas nupciales en sus bodas.

Sus familiares y amigos mantienen una web de Richard Burmer, creada con posterioridad a su muerte, en la que pretenden que su legado no se pierda. Se percibe que su familia está imbuida del espíritu que se transmite en su música.

Sí, era un hombre poco agraciado físicamente, un típico norteamericano y eso es lo que más me gusta, que los compositores de melodías están por encima de su propio ser; y allá donde esté Richard Burmer seguro que sigue susurrando en nuestros sentidos en cada una de sus composiciones.

Hace unos años se crearon algunos discos recopilatorios de música New Age, tal vez el más conocido fue Música sin fronteras, allá por los 80, cuando el peculiar Ramón Trecet nos abría la vista a muchos españoles en este nuevo estilo musical. Vendrían otros tantos, uno de ellos Música para desaparecer dentro, en su primer disco traía uno de los temas más conocidos y bellos de este fabuloso creador, “Across the view”. Pues eso, no me puedo resistir a recomendar las melodías de Richard Burmer para “desaparecer dentro de uno mismo”, para dejar aparcados los embates del día a día, y preguntarse qué necesita la vida de nosotros, cómo podemos intentar ser mejores cada día.

Comentarios

El Arrabal de la Música ha dicho que…
Falleció por una enfermedad cardiaca.