"VIAJE AL OPTIMISMO", DE EDUARDO PUNSET

Se habla de Eduardo Punset como un gurú de la ciencia y la tecnología; llevando bastantes años abanderando esta etiqueta desde su espacio de divulgación “Redes” en La 2 de Televisión Española. Se le achaca, bien es cierto, por parte de algunos sectores que su formación académica jurídica, le hacen tener una visión sesgada o limitadamente científica de los asuntos que aborda.

No obstante, sin ninguna atadura me dispuse a leer este libro que mi hermana tuvo a bien regalarme para Navidad, y con una cierta dosis de ansia por ver qué escondía un título que llama abiertamente a un futuro mejor.

Quizá tenía una expectativa de que el libro abordaría las soluciones de esta crisis, en especial porque tal y como está la situación, los españolitos de a pie, buscamos agarrarnos a un clavo ardiendo para ver si alguien nos ofrece indicios de la salida a este período convulso, como si los ciudadanos tuviéramos culpa de algo.

Bien es cierto que se aborda de pasada este asunto, y yo creo que el espíritu que nos quiere transmitir Punset, es que amén de la crisis (de la que hemos de salir tarde o temprano, con sacrificios, aunque podamos llegar a la bancarrota técnica, pero que saldremos), el mundo no se para y que los avances en muchos escenarios científicos nos presumen un futuro mejor en diversas vertientes.

No se puede eludir que para los que ya pintamos unas poca canas, de cuarenta años a esta parte, nuestro bienestar (más allá de la crisis) se ha incrementado, nuestros coches son mejores, más rápidos y eficientes; cada día asistimos a una mayor esperanza de vida, sobre todo con el descubrimiento de nuevos fármacos y tratamientos para enfermedades incurables; que el mundo de hoy día no se puede concebir sin Internet, los móviles y las redes sociales, y que esto nos hace mejores; y que todo esto y mucho más va in crescendo.

Por tanto, pese a los recortes en I + D en España, nada nuevo por otra parte, pues antes era “que inventen ellos”, y últimamente es “que inventen los españoles pero fuera de España”, la sempiterna fuga de cerebros; el futuro que se nos avecina tiene enormes posibilidades, veremos avances en poco tiempo inimaginables en 2012 y que cambiarán nuestra forma de concebir la sociedad, si acaso podríamos plantearnos si hace apenas un par de décadas alguien podría haber augurado cómo ha irrumpido Internet en nuestras vidas y ha cambiado las estructuras de nuestra sociedad y, en realidad, la vida cotidiana de la mayor parte de los ciudadanos de este mundo.

Este es el panorama que estaremos dispuestos a presenciar desde una posición privilegiada, pero tiene muchas más lecturas, curiosamente una de las que más me ha llamado la atención es que, pese a lo que podamos pensar o a la imagen que nos quieran transmitir los medios de comunicación, los índices de violencia en el planeta están disminuyendo, y que las guerras aunque cruentas, no llegan a los niveles de exterminio de las de hace cuatro o cinco siglos, o la 2ª Guerra Mundial. Es decir, partiendo de que la vida no es de color de rosa, nos acercamos a una paz mundial, todo es más seguro, y es cierto, yo tengo la sensación de que ahora uno va más tranquilo por cualquier calle de cualquier ciudad; tal vez yo tenga una visión parcial porque he tenido la fortuna de que jamás me han atracado.

En el debe de Eduardo Punset está, y creo que muchos coincidirán conmigo (mi hermana también, que le regalaron igualmente un ejemplar a la par mía), en que o somos muy cortos, no me tengo por esto, o nuestro amigo utiliza a veces un discurso que no es fácil de seguir, es decir, que yo le recomendaría a Punset que se bajara un poco más a la arena, porque algunos episodios no son suficientemente claros, cuando el mensaje que quiere transmitir es el correcto, es decir, no utiliza las mejores herramientas para el objetivo final.

Por último, y retomando lo que comentaba en el párrafo inicial, estoy convencido de que Punset sabe de lo que habla y de que esos que lo critican porque pudiera ahondar en aspectos que conoce de pasada, están equivocados. No sólo demuestra ser un hombre de mundo, absolutamente versado en conocimientos científicos, sino que por si hubiera alguna duda, hay un equipo de personas detrás que supervisan todos y cada uno de los comentarios vertidos en este libro, que nos llama hacia un fundado optimismo en el futuro que tenemos a la vuelta de la esquina.

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